Si alguien es fan de Iron And Wine y sus historias, de Fleet Foxes y/o Avett Brothers y sus armonías altas, y/o de la adhesiva sensibilidad de Bon Iver, también lo será de James Vincent McMorrow . Hemos citado a Bon Iver. Llamar a McMorrow el Bon Iver europeo, o el Justin Vernon, para ser más exactos, no es ninguna exageración. Y no solo por la parte musical, sino también por lo que lo rodea: tras publicar dos EPs, este irlandés decidió irse a grabar su primer disco largo a una pequeña casa en la playa. Música en reclusión. El mismo proceso que utilizo Vernon, zambullirse durante semanas en la soledad, para confeccionar su debut, “For Emma, Forever Ago”. En ese LP de debut, “Early In The Morning” (2010) , el pop-folk de McMorrow se sumó, entrando por la parte de arriba, al de esa facción de barbudos que ofrecen una versión menos “mainstream” de lo que proyectan Dave Matthews Band o Mumford & Sons, de manera que su instrumentación de capas a fu...