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Los jueves al sol y la actuación total - Sónar 2017




Los jueves al sol y la actuación total (Sónar Jueves)






El jueves es el día más especial de los tres, aun no sabes que deparará este Sónar, pero ya estás dentro, saboreas la miel y coges impulso para lo que viene. El gran enemigo de esta edición ha sido la ola de calor, el Sónar de día era solo para valientes. Año de récord de asistentes (más de 120.000) y sorprendentemente por el día, el público internacional no lo acaparaba todo. Fue el día de La Actuación, la que no te deja indiferente, sin lugar a dudas, fue la más loca y singular, a pesar de ser la tercera que realiza en Barcelona en un año, en cuatro letras, A R C A.
En el otro lado de la balanza se encuentra el Sonar +D, mucho ruido y pocas nueces.


















La gallega, BFlecha, estrenaba su flamante nuevo album, Kwalia, puro ritmo y mucho color. Nos presentaba su imaginario futurista de Kwalia cuidando su vestimenta y puesta en escena aunque el  village no de demasiado para ello. Compartió escenario con Mweslee a los teclados, ella iba acompañándole en ocasiones. En muchas fases del concierto la voz quedó en un segundo plano, a penas se apreciaba. En cierto momento tocó la caracola, una caracola inmensa que tocaba como si fuese un cuerno, abrió el veto quería hacernos bailar a todos y lo consiguió en temas como Zigurat o Rutas Circulares, pero fue una de las víctimas de la ola, su concierto era a las 14.30.  





Desde Tallin a Barcelona, Tommy Cash con su rollo post-soviético dio un recital de lo que mejor sabe hacer, dar energía y garra al público. En el Sónar del trap no podía faltar, el toque soviético con todos sus estereotipos, chándal oldschool, parecer un loco poseído, y mezclar por mezclar muchas influencias a todos los niveles tanto musical como visual.  





La ciudad condal tiene un nuevo hijo pródigo. Antes de empezar el público  ya estaba entregado, silencio sepulcral, ojos como platos, expectación total y todavía nadie se imaginaba lo que estaba por venir. Desde el principio se lució, se paseó por el escenario, sabía que era el protagonista, no solo su música sino toda la actuación y, sobretodo, su persona. Su música no es la de antes ha evolucionado mucho en un album, desde la histeria de Mutant a lo divino de Entrañas. La actuación fue un solo continuó de Arca dejándose llevar, con el Hall en silencio, solo su voz y momentos de subidas que elevaban los decibelios del ambiente. La cara que más empleó en la actuación fue la provocación, el matador, empezó con un látigo y acabó llevándose a un espectador para dentro, pasando por videos de culebras dando a luz y el choque de trenes, antes de este video pidió que los menores abandonaran la sala, empezó con su voz angelical y para cuando subió el ritmo puso un video de un ojete siendo destrozado, muy salvaje, mientras unos alucinaban, otros miraban para otro lado, pero lo que estaba causando eran puras sensaciones. No fue una canción, un video o una acción, sino la capacidad de Arca para cuidar cada detalle lo que la hizo única.








Sónar quiere ser algo más que un festival de música electrónica, quiere mezclar entre ellas música, tecnología, creatividad e innovación, es decir, ser el festival de las artes del futuro cercano. Hoy por hoy, es difícil para el público no especializado apreciarlo en las actividades que ponen a su disposición en el Sónar +D.

La luz fue SónarPlanta una instalación montada por Daito Manabe y que cuenta con la colaboración de la constructora Sorigué. Daito se pasó de rosca, la instalación estaba preparada para su espectáculo de danza contemporánea (Viernes Sónar) que realizaba 3 veces al día, el resto del tiempo era una instalación en la que el público podía interactuar. Era un escenario cuadrado rodeado por proyectores por todos lados, dichos proyectores seguían unas pelotas de luz que el público podía manipular. Los rayos de luz, la luz de las bolas y las sombras de las personas causaban unos juegos de luces y movimientos preciosos e hipnóticos.

Por otro lado, el Sonar 360º, una estructura con forma de iglú enorme, donde te estiras en el interior y ves un show inmersivo, fue un verdadero timo. Unos visuales con capacidad nula de abstraerte y una música de fondo de consulta de dentista. Un tipo de escenario con tanto potencial y que ha sido un éxito en otros festivales de Barcelona no puede desperdiciarse así.





*Imágenes cedidas por Sónar Festival



Por Chus Martínez y su Conjunto

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