Con cencerros y sintetizadores, así comienza el primer disco del navarro Piek.
Sintetizadores que invaden todas las canciones con potencias que van aumentando poco a poco hasta golpear el pecho. Olas de mar, voces, infinidad de samplers, numerosas colaboraciones en las voces.... todo agitado y combinado con una elegancia extrema y apetecible.
A mitad camino entre las piezas chill más bailables y las más espaciosas y oceánicas, el inicio y fin de disco juegan en la misma dirección, con desarrollos in crescendo juguetones hacia la épica.
Entre medias, 8 canciones que se atreven sin miedo con la vanguardia musical que se está desarrollando en el mundo.
"F.R.E.E" y "The son with the father´s gun" te harán agitar la cabeza. "That´s me (trippin)" y "Breathing" se aventuran en procesos más minimal, dubstep y experimentales sin nada que envidiar - sin nada que envidiar- a los mejores Moderat.
Un disco de altas perspecticas y aspiraciones, bien producido y compuesto. Con una línea argumental clara y precisa. Con una oscuridad y melancolía impresa en cada segundo (hasta en los más bailables) y con momentos extasiosos extraordinarios. Un regalo para tus oídos y para sentir esas sensaciones que a veces la música es capaz de crear. Ya sabes cuales.
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