El último disco publicado por el estadounidense Cass McCombs se titula "Mangy Love" y salió a la venta en agosto y nos lo vendrá a presentar en directo, acompañado
de su banda, a principios de febrero del próximo año.
Serán tres
conciertos: el 2 de febrero en Madrid (Teatro Lara, formando parte del SON Estrella Galicia), el 4 en Zaragoza (Las Armas) y el 5 en Barcelona (Centre Artesà Tradicionarius, CAT, dentro del ciclo de conciertos Ronda, organizado por Heliogàbal).
"Mangy Love"es un álbum en el que el californiano (nacido en la población de
Concord en 1977) se conduce por terrenos de soul experimental,
psicodelia retorcida y un rock con alta graduación en pureza, dando esa
mezcla como resultado su trabajo que mejor encaja con los parámetros de
su directo. Temáticamente es oscuro, con las influencias del hip hop y
la poesía beat más evidentes que nunca en su escritura.
Tipo especial,
desde que se tiene noticia de él McCombs siempre se ha citado su apego
por la existencia nómada, por el no parar, de una ciudad a otra,
viviendo en coches o en cámpings, cambiando esta cama por aquel sofá. No
ha de extrañar tampoco, en vista de eso, que tras publicar su primer
largo, "A" (2003), se pasara dos años de gira, tocando en todos lados, tanto por su cuenta, desde conciertos en pisos hasta el festival All Tomorrow's Parties, como abriendo para otros, caso de Blonde Redhead.
Tenía el pedigrí de haber girado antes con Palace y añadió a continuación el de compartir tour con Modest Mouse al sacar su segundo álbum, "PREfection",
en 2005. Ahí empezó su incursión en las listas de lo mejor del año, una
circunstancia que con el paso del tiempo se ha convertido en hábito.
Efectivamente, su indie rock de ascendencia lo-fi se coronó en 2011,
cuando lanzó dos álbumes, "Wit's End" y "Humor Risk",
cuarto y quinto de su carrera, como uno de los talismanes del presente
alternativo.
Ambos desvelaban con mayor temple que nunca hasta la fecha,
y tocando más la fibra, su aura enigmática de vagabundo dylaniano,
menos obtuso que antes al afrontar el desespero y la soledad.
Complementarios, "Wit's End" más barroco y "Humor Risk"
más relajado. Esa misma senda, la del temple que sabe profundizar, la
de latir más fuerte, sangrar más, pero hacer que no lo parezca, la
exploró con “Big Wheel And Others” (2013), disco doble con veintidós canciones. Ahora llega "Mangy Love",
compendio en estudio de sus virtudes sobre el escenario.
PD: Las
entradas para los conciertos de esta gira se pondrán a la venta mañana
martes, 18 de octubre.
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