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El precio de un sueño: Historia de los Thee Vicars

Me resulta difícil escribir esta historia. Especialmente, porque tiene un final triste, de esos que te hacen llorar. Y a nadie le gustan esos finales, pero allá vamos.

Los protagonistas de esta historia son los Thee Vicars, banda de Suffolk, Reino Unido, que se formó en 2007. La juventud de la banda (17 años su miembro más viejo por aquel entonces) contrastaba con la madurez de su sonido y sobre todo, su manera de atraer con su directo a todo tipo de público. Mi única oportunidad de verles en directo fue a finales del 2012, y aunque las canciones estaban ahí, sabía perfectamente que faltaba algo.



Mike Whittaker era un amante del punk rock británico y con tan solo 17 años, busco en su pequeña ciudad natal de Suffolk compañeros para empezar una banda punk. Como sucede casi siempre, la mezcla de músicos conlleva una mezcla de influencias y así es como surgió el primer esfuerzo de larga duración, en 2008, de la banda. Thee Vicars, en Back On The Streets, suenan a rock garajero de los 60 pero con una marcha más. The Sonics con Johnny Ramone de guitarrista, para que nos entendamos.
En sus pequeñas visitas a Londres, ya habían llamado la atención del circuito rock and roll de la big city, y su discográfica por entonces, Dirty Water Records, les consiguió promocionar por el resto de Europa. Así es como se hicieron un nombre en el continente. Italia, España, Holanda, Francia…los amantes del clásico rock and roll sabían quiénes eran estos jovenzuelos, con peinados a lo Beatle, que eran recibidos como estrellas del rock aunque ellos solo iban a tocar en pequeñas salas.

Fueron teloneros de The Horrors en 2009, y visto el inesperado éxito que tenían, decidieron hacer su sonido más limpio. Su batería dejo la banda, y no solo encontraron sustituto, sino que como proceso evolutivo para la banda, decidieron añadir a Chris Langeland como segundo guitarrista (acabaría siendo el primero). Todos ellos originarios de Suffolk, claro.



Psychotic Beat! Es el segundo álbum de la banda y el más completo sin ninguna duda. El cambio es evidente, un sonido más limpio, igual de feroz, y ritmos más organizados hicieron que los Thee Vicars encontraran su hueco entre la lista de grandes bandas emergentes británicas. En ese 2010 tocaron en el SXSW Festival en Austin, Texas. Festival conocido precisamente por impulsar a pequeñas bandas alternativas.

Todo parecía ir sobre ruedas para la banda, pero pronto empezarían a pagar su propia inexperiencia. Para empezar, a finales de ese año, Marcus Volkert (guitarrista) y Will Pattenden (batería) decidieron dejar la banda, dejando el futuro de la formación en el aire. Justo en el mejor momento, todo parecía que se derrumbaba. Así es el Rock and Roll.

Chris y Mike, tras un cierto tiempo dubitativo, decidieron seguir adelante. Alex, inmigrante italiana en Londres, cogió las riendas de las baquetas, y sorprendentemente, no hubo sustituto para Marcus. Chris Langeland sería el único guitarrista de la banda, y como a veces pasa, solo en situaciones límite, uno consigue dar el máximo posible. Y así ocurrió.



En 2012 se publicó el tercer álbum de la banda, I Wanna Be Your Vicar, con claras influencias y ritmos Beat. Cabe destacar en este álbum, los magníficos registros vocales de Mike y por supuesto, los ritmos melódicos y punzantes de guitarra de Chris. Eran mejores músicos pero a cambio, estaban dejando pasar su oportunidad de alcanzar la fama.

La evolución de la banda fue opuesta a la evolución del rock and roll. De un garaje punk con su primer álbum, pasaron a un sonido clásico de los 60. Las actuaciones ya no eran tan electrizantes y ya ni siquiera eran muy promocionados (ellos nunca hicieron nada por ello). A finales de Julio de 2012 paso lo inesperado. Nunca se supieron las razones, ni siquiera hubo rumores. Simplemente sucedió y sacudió a unos pocos, los pocos que seguían confiando en los Thee Vicars.


A finales de ese mismo año tocaron su último concierto, pero como he dicho antes, no era lo mismo. Un gran homenaje. Una dulce memoria.

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